Te he llamado por tu nombre: Entrelazando historia y ficción de forma cruda y emotiva.

Te he llamado por tu nombre

¿Y si fuera verdad? 

A los relatos que solapan ficción con pasajes históricos, sobreviene una pregunta recurrente: ¿y si fuera verdad? 

   Mientras lees estás con Jacob, percibes sus emociones que impactan dolorosamente desde el inicio. Jacob, siendo niño queda sobrecogido y marcado por el sufrimiento extremo de Jesús de Nazaret. Golpeado, humillado, maltratado y asesinado delante de todos, también de los niños; y al menos uno piensa: pero si no ha hecho nada malo.

   La brutalidad de esta realidad incide en la inocencia de Jacob y modula su comportamiento, pero también queda marcado por Miryam, su madre.  Ella es clave en esta historia por su fortaleza, sacrificio y amor incondicional. María para Jesús y Miryam para Jacob son ejemplo de resiliencia y esperanza que su hijo —el de Miryam— aprende desde el amor, admiración y esplendor que de ella recibe.

   La novela es contundente y cruda a la par que emotiva y afectuosa. Deja de importar si ocurrió así realmente porque mientras lees, ocurre.

   Las vidas de María y Miryam se cruzan, y la de Jacob con la Jesús de Nazaret se entrelazan. El profundo dolor que Jacob sintió de niño con la Pasión les vinculó para siempre. Como la doble hélice del ADN el destino de ese niño quedó marcado con el de aquel adulto que sin estar presente lo estaba. Las decisiones que toma a lo largo de la novela lo reflejan, y el enfrentamiento con su padre —líder zelote— es un ejemplo álgido.

   Los saltos cronológicos de cada capítulo mantienen que siempre veas al niño en el adulto y al adulto en el niño. Christian Gálvez ha escrito una novela que despierta un gran valor y expone un canto a la esperanza sin que sea necesario ser religioso para verlo. Sin duda, un trabajo documentado que pone la parte histórica de Jesús de Nazaret al servicio de la esperanza y fortaleza representadas por las madres, en concreto Miryam y María; y un aprendizaje que desde la tragedia, realidad exterior, y personajes que lo acompañan; despiertan en el interior de Jacob la capacidad de comprender lo verdaderamente importante.

Christian Gálvez
Fotografía: Christian Gálvez

¿Con quién lo leí?

Dependiendo de cuándo leas un libro puede convertirse en una experiencia u otra muy distinta. Esto lo sabemos todos, sin embargo, de lo que menos se habla es que junto con quién lo leas, también.

  Mi madre y yo leímos Te he llamado por tu nombre al mismo tiempo y eso lo ha hecho diferente y más intenso. ¡Aún más!

  Teniendo en cuenta que, debido a que leo sobre todo ensayo científico y apenas puedo compartir con alguien cercano mis lecturas, poder ir de la mano de mi madre por las páginas de éste que, a su vez, relata fuerte e intensa la relación de dos madres con sus hijos (Miryam y Jacob, y, María y Jesús)… ella en Madrid y yo en Mallorca, juntos, hemos hecho la distancia cero y de nuestro tiempo momentos infinitos.

  Lo que digo puede ser ñoño y lo que algunos quieran, pero con la sensibilidad suficiente se puede llegar a parar el tiempo con ayuda de tu madre.

  ¡Gracias, Mamá! Para mí, ese es tu nombre.

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